Nuevamente esa melodía, nuevamente esa voz cantando. Esa es la señal, alguien seguramente morirá. Hiro Hamada es un genio de la ciencia y héroe de su ciudad, mientras pueda protegerla junto con su equipo los Big Hero 6 siente que está enorgulleciendo a su hermano fallecido. Una noche, mientras patrulla su zona escucha la hermosa voz infantil de un joven quien se acompaña con guitarra en mano. Posteriormente el cuerpo de un hombre es encontrado asesinado de manera bestial. Esa es la noche en que Hiro conoce a Miguel Rivera. Créditos de la imagen : TatsuZam Fanfic yaoi, entrar bajo su propio riesgo.

Jungkook ha sufrido de todas las maneras posibles desde su infancia, y una de las consecuencias de esto es haber perdido la voz... «Lo siento mamá, tal vez no podré cumplir tu promesa, no creo poder seguir adelante». Pensó Jungkook abrazando la cadena que colgaba de su cuello. Todo había excedido el límite, Jungkook estaba completamente roto. Taehyung un excelente doctor sufrió en su infancia, pero la vida pareciere tenerle muchas oportunidades que él aprovechara al máximo, y una de esas es conocer a Jungkook, el ser más hermoso y dañado que ha conocido, ¿Podrá sanar todas las heridas del alma de Jungkook? •ADVERTENCIAS• •Historia escrita en 2018 (no editada) por consecuente encontrarán muchos errores ortográficos, gramaticales y de puntuación. •Mi postura hacia algunos acontecimientos de la historia han cambiado y no los apoyo en absoluto, no obstante, por motivos personales dejaré la historia tal y como se visualiza. [Sin el afán de ofender a nadie]. •Se manejan temas sensibles, por lo que se pide discreción. Leerán bajo su propio riesgo. •Historia de mi autoría. •Vkook/Taekook •Taehyung (Top) Jungkook (Bottom). •Contenido dedicado para un público mayor de 18 años. [Se prohíbe la transferencia parcial o imparcial de la obra, así como la adaptación sin mi previo consentimiento].

Hiro esperaba escuchar llantos y gritos incontrolables de niños pidiendo por los brazos de sus padres cuando fue llevado a esa bodega abandonada, pero sólo pudo escuchar una guitarra siendo tocada con suavidad y una voz que hablaba en un idioma que no entendía. ¿Es que acaso su brillante mente no podía lidiar con la mezcla de dopamina, oxitocina y serotonina? O como Honey Lemon prefería llamarlo... Amor. Créditos de la portada: @Tara.Lú