Daughter of ruins
No todas las historias de hadas tienen un final feliz.
Él no sabía nada de ella, pero tampoco le hacía falta para quererla. Sus nombres cayeron en el olvido hace ya tiempo. Pero lo que jamás caería en el olvido era las marcas de pintalabios rojo en sus camisas, en su cuello. Eso era lo que le quedaba de ella, los restos de pintalabios rojo.
«Sitting all alone in your room thinking that the world's let you down all you ever wanted to do is trust someone to always be around.» Somebody out there, Troye Sivan.
❝Eras más adictivo que una botella de Jack Daniel's. ❞ copyright © sandra 2015