meg_501
-¡¿Porqué sigues mintiendome?!-gritaba desesperado el pequeño Castaño mientras lagrimas de impotencia corrían por sus rosadas mejillas.
-¡Yo no estoy mintiendote! -gritaba de igual forma el azabache, aunque el no lloraba y se encontraba de forma neutra, pero más que dolor le causaba coraje el hecho de que su pareja desconfíe de él.
-¡SI lo haces!
-Tú... Yo.. ¡Ahg!, olvidalo, de nada sirve discutir con Tigo.