Mi vida con los Vulturi
Ser un vampiro no es fácil, pero ser Lyssandra Beauregard, tampoco lo es. Teniendo una dura vida de mortal, se convirtió en vampiro a la dulce edad de 16 años, en una época donde aun se usaban vestidos abultados y maquillaje de mercurio para el rostro. Criada por uno de los vampiros mas conocidos y queridos del mundo...