Lanzar una flecha o ganar una apuesta
La primera vez que lo vio no fue tras la guerra contra Gea, ni después de la Batalla de Manhattan o tras haber derrotado a Cronos ni mucho menos. Aunque al final, pensó Will, sonriendo para sus adentros, no había necesitado de lanzar una flecha o de ganar una apuesta para conquistar lo que más deseaba.