Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo... Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro. hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario. Ah, y nada es lo que parece en Hogwarts.

-¿Y tú... quién eres para mí? Harry sintió una punzada. Odiaba mentir. Le habían mentido toda su vida y odiaba repetir ese patrón... pero, ¿qué otra opción tenía? -Somos pareja -respondió, con un hilo de voz, esperando ver repulsión en los ojos grises. Pero no hubo nada. Solo un asentimiento vacío. Draco no lo recordaba. -¿Por qué no recuerdo nada? -preguntó con un murmullo, encogiéndose en la cama. Se veía tan pequeño que a Harry le nació un instinto feroz de protegerlo. -Estábamos en medio de una guerra. Te secuestraron y uno de ellos eliminó todos tus recuerdos -dijo Harry con cuidado. Draco llevó sus manos a su vientre de forma automática, buscando respuestas.