Mi vida se está cayendo a pedazos y todo empezó desde que mi padre dejó que Cristoff Angelo lavara su cerebro con ideas de un campamento que me haría un mejor "ser humano". No necesito un campamento. No necesito nada para cambiar. Nunca cambiaré porque no quiero hacerlo, voy a seguir siendo la misma persona de siempre porque no se me da la gana de ser diferente. No soy tan moldeable como Crystal, no soy tan fácil de convencer, no creo en la disciplina y no creo en los puestos de poder. Sin importar cuantas veces me tiren al piso para hacer lagartijas bajo el sol ardiente, no voy a cambiar y eso ha sido demostrado. Lo único que lograron con ese campamento fue traumatizarme, enojarme y romper mi corazón. Ahora soy miserable y mi vida está más perdida que mi virginidad, pero sigo siendo la misma persona despreciable que era antes.

Siempre que te enamoraste lo hacías convencida de que cada uno era el hombre de tu vida. La primera vez que te escuché hablar de Lucas, admitiste que eso no era amor sino todo lo contrario, porque si una relación sana termina, dijiste, es porque se quiebra el amor y no un hueso. La primera vez que te escuché hablar de tus compañeros de facultad y de trabajo, lejos de las anécdotas del viaje de egresados y el colegio, te reíste: eso tampoco era amor, era calentura. La primera vez que te escuché hablar de Ignacio, te quedaste muda. Tenías que enamorarlo, tenías que aprender a coger muy bien, tenías que ser flaca, tenías que ser perfecta para él porque venía de otro mundo, ¿qué le ibas a ofrecer? Empezaste a practicar con otros tipos, empezaste a salir más, consumiste y te consumiste, la ropa te quedaba grande y él también, el tipo que nunca esperaste que se fijara en vos (aunque yo no me sorprendí ni un poco). La primera vez que te escuché hablar de Ignacio, te quedaste muda y yo también, ¿será amor? /// "Esto sí es amor" es la historia de Juana y su constante búsqueda del amor. Aunque el último año de colegio y la violencia de Lucas le dejan la boca llena de pastillas, sigue intentándolo en la facultad y en el trabajo, pero solo encuentra sus primeras secas y sexo. Hasta que llega Ignacio, el periodista que le revive los peores fantasmas de su adolescencia: la anorexia y el cuchillo de cocina. Decide empezar a practicar con otros para lograr enamorarlo, olvidándose de que no siempre el amor es entre dos. ¿Será amor?

Lo dejé entrar en mi vida y lo único que le causé fue dolor. Trataré de ser breve. En otra vida, sin mentiras, sin secretos dolorosos y sin un pasado que no nos permite ser felices, prometo que haremos todo lo que planeamos en esta vida, pero por ahora, soy una experta en el arte de perderlo.