Erteik
T/n, sabiendo que el destino lo alejará de quien más ama, decide dejar un rastro silencioso de su amor: una serie de cartas escritas a mano, cada una escondida en lugares especiales que compartieron. Cada carta lleva una fecha y una hora en que debe ser leída, conectando momentos del pasado con promesas para el futuro.
A través de esas palabras, T/n no solo le recuerda lo que fueron, sino también le enseña que el amor verdadero no encadena: impulsa a seguir adelante, aunque el corazón duela.
La última carta no promete un "para siempre", sino un "quizá", sellado con esperanza, dejando abierta la posibilidad de un reencuentro... en otro tiempo, en otra vida, o tal vez mañana.