Encontrar el cielo y el infierno en una misma persona hace que nuestra alma quiera venderse a sí misma al mayor demonio o incluso sostenerse tocando el cielo. Dhara conocerá el cielo besando a un demonio. No siempre lo que brilla es oro pero tampoco no ser aceptado por la sociedad te hace malo. Dhara conocerá a Thomæn quien caerá rendido a sus pies pero será Izel quien robe su corazón de bruja. Thomæn se convertirá en su guardián protector aceptando que su amor pertenece a su hermana. Aldrich hará que Tomæn vea el mundo de otra manera, haciéndolo encontrarse a sí mismo una y otra vez en un remolino de emociones. Izel no contaba con enamorarse de una bruja, contaba con ser libre y enamorarse de cuánta chica encontrase. Pero supo que Dhara representaba todos sus pecados.

Gente tóxica. Descalificador o chismoso, agresivo o falso, cualquiera de estos tipos se enmarcan en una raza mayor denominada «gente tóxica» y que el psicólogo Berbardo Stamateas describe con maestría en un libro que muchos deberían consultar. En nuestra vida cotidiana no podemos evitar encontrarnos con personas problemáticas. Jefes autoritarios y descalificadores, vecinos quejosos, compañeros de trabajo o estudio envidiosos, parientes que siempre nos echan la culpa de todo, hombre y mujeres arrogantes, irascibles o mentirosos... Todas estas personas «tóxicas» nos producen malestar, pero algunas pueden arruinarnos la vida, destruir nuestros sueños o alejarnos de nuestras metas. ¿Cómo reconocer a la gente «tóxica»? ¿Cómo protegernos y ponerles límites? Bernardo Stamateas responde a estas preguntas con claridad y convicción. Sus consejos nos ayudarán a hacer nuestras relaciones personales más saludables y positivas. En definitiva, nos ayudarán a ser mucho más felices.