Se cree que cuando se nace se nos es asignado un ángel, éste nos protegerá de todo mal y nos ayudará en el largo camino de la vida, cuidando que no tropecemos con las piedras caminando de nuestra mano. Absolutamente nadie puede ver a su ángel, es invisible ante los ojos del mundo de los "mortales", pero cuando ocurre un choque entre los mundos, los protegidos y sus ángeles pueden tener contacto directo. Pero como en todos lados, hasta en el cielo hay reglas que se tienen que obedecer y la principal es "nunca te enamores de tu protegido", pero detrás de ésta hay una historia profunda y oscura, aunque hay que tener cuidado con romper esa regla o la historia terminaría muy mal.