Amaia es esa estrella rutilante que brilla en el firmamento. Sin tanta fama pero con una carrera más que asentada, la chica se dedica a vivir intensamente. Alfred, el genio de la música, invierte sus días en componer incansablemente en la búsqueda de la melodía perfecta que describa su vida. Poco queda ya de aquellos adolescentes que se enamoraron ante los ojos de medio país, ya no hay rastro de ese hilo rojo invisible que los unía.

Amaia acaba de llegar a la Universidad de Barcelona con una beca de gran prestigio gracias a su don con la música. Hecha un manojo de nervios, ilusión y ganas por mejorar, se encuentra con Alfred, que le dará replantearse todo lo que tenía planificado, y pondrá su mundo patas arriba. "No sé qué hacer contigo. Cuando yo voy tú vienes, cuando yo tiro tú aflojas. No sé si me quieres o si me odias. Y lo que menos soporto de todo es que estoy enamorada de ti, Alfred."

Las personas somos carne y huesos. Recuerdos y complejos. Amor y dudas. Pero, sobre todo, somos instantes.

Ana y Miriam han nacido en mundos completamente distintos. Miriam ha vivido toda su vida con su humilde familia en un pueblo gallego. Ana es la niña mimada de una adinerada familia tinerfeña. Cuando se encuentren en la Academia Triunfo de Madrid, ambos mundos chocarán.

"Es brutal, desgarrador, miles de alfileres se me clavan en el pecho cuando por fin me dejo ir, con el aullido ahogado por su pañuelo. Ha sido intenso. Placer sin letras." "Hace un tiempo que ya he perdido la cuenta de los hombres que me acompañan un rato e intentan suplir aquello que me falta, lo que te quedaste cuando decidí marcharme." "Aún hoy, después de casi tres años, decir su nombre me deja un regusto amargo."

El final de su última relación le deja a la alegre y dulce Amaia un sabor amargo y marca un antes y un después en su manera de ver el amor. Un día que parecía ser como cualquier otro, terminó resultando todo lo contrario. A causa del tren se topa con Alfred, un joven músico ambulante con el que forja poco a poco una amistad. Pero esta relación no tarda en convertirse en algo más. El destino los encontró, y su pasión por la música los unió. Sin embargo, las cosas siempre pueden complicarse, y el pasado puede regresar...

-Demasiadas cosas en tan poco tiempo-, así definía la cantante Amaia Romero sus últimos meses. Tras su paso por la academia de Operación Triunfo vino Eurovisión, la gira de OT, el inicio de su carrera en solitario, adentrarse en el mundo de la composición y a pesar de que en algunas ocasiones se sentía perdida, siempre le había tenido a él para mantener el rumbo. Estaba viviendo un sueño, pero la realidad le vino de golpe y de repente se vio sola, en aquel pequeño piso de Barcelona en el que cada vez se sentía más perdida.

Él vivía en lugares. En lugares sin nombre. Le hizo un mapa a su medida para que supiese donde encontrarlo, encontrarlo en Madrid, en París, en Barcelona, en el Prat, en Londres, en Nueva York, en Sevilla, en Berlín, en Florida. En todos esos sitios a los que un día le prometió visitar. Y ahora, el mapa está vacío. Y él lo observa con los ojos entornados en la soledad de un estudio lleno de miedo a la verdad. ¿Será capaz de marcar nuevas cruces? Solo O quizás acompañado

Cuando empieces esta historia Raoul estará componiéndose. La autora de esta ficción desea permanecer en el anonimato. La portada es de Ninotchka.

Alfred había triunfado haciendo lo que más le gustaba, música. Amaia, sin embargo, vivía una vida un poco más normal. Trabajaba en una tienda de música, porque para ella, la música siempre había sido su compañera. Ambos compartían la misma pasión. Siempre había seguido los pasos de Alfred, lo admiraba musicalmente y como persona. Él siempre le había ayudado sin ser consciente a superar todos sus miedos. Bendita lluvia que cruzó sus caminos, para quizás poder ayudarse mutuamente, aunque ahora siendo un poco más conscientes de ello.