Estas historias son parte de mí. Son retazos de una etapa en mi vida en la que aprendí a amar de formas distintas, más libres, más intensas. Entre los 18 y 25 años descubrí que el deseo no tiene una sola forma, y que la conexión con otra mujer puede ser tan tierna como salvaje, tan emocional como carnal. Aquí comparto mis vivencias reales, encuentros que marcaron mi camino y que aún resuenan en mi cuerpo y en mi memoria. Son relatos de conquistas sutiles, miradas que encendían el fuego, caricias que decían más que las palabras. A veces hubo amor, otras veces solo deseo... pero siempre hubo verdad. No escribo para provocar, sino para compartir. Quien lea estas páginas se encontrará con mis luces y sombras, con mis dudas, mis placeres, y esa parte de mí que aprendió a disfrutar sin miedo, sin culpa, sin etiquetas. Esta es mi manera de contar lo que fui, lo que sentí... y lo que nunca olvidé.

-Hablas como si hubiese estado a punto de tener sexo con Jaden Foster. Gabrielle sonrió con malicia. -Niégame que no querrías tener sexo desenfrenado con Jaden Foster. Volviendo a llevarme la mano a la cabeza, esta vez no me quedó otra que unirme a su risa y darla la razón. -Vale, tienes razón. Me encantaría tener sexo desenfrenado con Jaden Foster. Ambas comenzamos a reírnos con fuerza, pero no habían pasado ni dos segundos cuando la sonrisa de Gabrielle desapareció de sus labios, sustituida por una perfecta "O". Sus ojos no me miraban, sino que estaban clavados detrás de mí. Mi espalda hormigueó. Tragué saliva rezado a todo lo sagrado para estar equivocándome. Fue Gab la que habló. -Buenos días Jaden. ********* Segunda parte de #No te enamores de tu hermanastro No plagio. Obra registrado bajo el código 1408291847646