LA VIE DE COULEUR
Le Brown cuando era un niño sólo conoció la generosidad de su mano, el amor en sus caricias y el calor en su brazos. Nadie le dijo que el precio que ese hombre pagaba por él la vida se lo cobraría con creces, que la pasión consume, las caricias son cadena para quien las acepta y que un "te quiero" el sello en su cond...