Te escribo cartas.
Cartas que nunca leerás, o eso es lo que pienso.
El peso que siento en el cuerpo
cuando te veo junto a él es
incomparable, no lo
puedo soportar.
Al menos yo; no lo podía encontrar. No sé si te ha pasado. Supongo que sí. Supongo que sabes el golpeteo de "para qué". De "por qué". Las lágrimas vacías y los corazones sonrojados de indiferencia.
Pero después de todo; lo hay.
❝Nunca me di cuenta del daño que te causé hasta que te fuiste. Y me arrepiento. Y te necesito. Y lo siento.❞
arte: Mujer joven pintando por Marie-Denise Villers, 1801