La noche que coincidimos.
Hester no sabía bailar. Cayden jamás había sentido la necesidad de hacerlo con alguien. Y fue aquella noche que coincidieron, borrachos y desihnibidos, cuando se fundieron en un dulce baile que les traería bastantes dolores de cabeza. (Antigua Puritana sin bragas) Todos los derechos reservados. No permito la copia tot...