En el instituto West Haven, la emoción está en el aire. Dos mundos aparentemente opuestos se entrelazan en una historia explosiva. Por un lado, está el imparable equipo de lacrosse de los Storm, donde Camden James, el prodigio del stick y la adrenalina encarnada, lidera con su irreverente caos. Su reputación, forjada entre desafíos y conflictos internos, lo convierte en el centro de una rivalidad que arde tanto en el campo como fuera de él. Por otro lado, la radio estudiantil vibra con la voz única de Jane Belmore, la chica que siempre parece estar en otra parte, pero que al ponerse el micrófono se transforma. Con una sensibilidad arrolladora, Jane descompone tabúes y revela secretos a través de cada transmisión, conectando con miles. Su dualidad, entre la Jane silenciosa de los pasillos y la voz inconfundible del aire, envuelve a todos en un misterio irresistible. En West Haven, todos creen saber quiénes son Camden James y Jane Belmore. Pero las apariencias engañan. Él no es solo el quarterback del equipo de lacrosse con una vida perfecta y una sonrisa que desarma. Y ella no es solo la locutora reservada que se esconde tras los auriculares. Hay verdades que nadie ve, secretos que arden bajo la piel y un destino que ni siquiera el cronómetro puede controlar. Porque hay juegos que se ganan en el último segundo. Y otros que nunca deberían haber comenzado.

La historia continúa, cuatro años después. Y aún así, después de todo ese tiempo, cuenta la leyenda que aquel cigarro que se sostenía de los dedos tatuados de ese chico arrogante y misterioso, sigue encendido. Un pasado en común. Dos corazones unidos por la conexión y una luna imperfecta que fue testigo de lo que nació en una noche de verano perfecta. Ahora deben enfrentarse a las inconstancias de la adultez: los sueños y el futuro, y asimismo las del pasado: el amor, el dolor y la decepción. ¿Será que la melodía entre los dos amantes de la luna y el océano murió cuando las notas del pentagrama terminaron o solo fue una pausa para escribir una nueva canción?