Ni son cuentos de hadas ni de dragones o princesas. Es la realidad de una sociedad, de una mente, de un espíritu y de un ser destinados a desaparecer. El arte es inspiración, armonía, caos, lágrimas, besos, piel, sexo, sentimiento, razón... Y este es el mío, tan pequeño como fieramente humano. Mis versos van ligados a la clase, a la libertad, al desamor, a la traición y de algún modo a la esperanza. Y sobre mi musa ¿Qué musa hay más poderosa que nosotros mismos?

Leila ha despertado sola en una extraña habitación.