Hay ocasiones en que por mucho que se luche, el instinto es mucho más poderoso. Sucederá tantas veces cómo veces se crucen sus caminos. Son inevitables.

Agoney y Raoul son vecinos. Nota: Son mini-historias sin tener mucho en común unas con otras. Las tres primeras del especial Adviento-Navidad de mi LJ. Pronto más...

Imaginad un mundo regido en una ligera e inestable armonía por 4 tipos de criaturas: humanos, vampiros, druidas y hombres lobos. Imaginad que ese mundo no solo existiera, sino que además fuera el que habitáis, ese que os rodea y os engulle a diario, ese que a veces os sumerge en un laberinto de asfixiante normalidad. Imaginad que yo llegué para abriros los ojos a una esencia, de la que, quizás (y solo quizás) algún lector trata en vano de huir. Imaginad que, entre tanta confusión, un chico solo trata de hacer lo correcto y un niño de sobrevivir a su propio yo. Todo aquel que se adentre en esta historia debe saber de antemano que no sólo lo hace en un mundo de fantasía y coraje sino en un fanfic Ragoney. Por tanto, y aunque no de una forma ortodoxa, lo hace en un amor homosexual. Si no sois heteronormativos de pensamiento os invito a volar y disfrutar de un cuento que ni es de amor, ni de lobos y vampiros y que buscara haceros reír, llorar, volar, amar y odiar al mismo tiempo.

Esta no es la típica historia que te cuentan empalagosa de como una pareja se enamora y se casan al final, no, esta es la historia de cómo yo perdí locamente la cabeza por un chico, como me dí cuenta de que él siempre fue y será el amor de mi vida. Que podrían venir muchos, miles, pero siempre sería él. Esta es mi historia, mi cuento, mi vida. La historia de cómo me enamoré hasta los huesos del chico malo que al final no resultó ser tan malo.

Un hotel de lujo se ve obligado a cerrar sus puertas a cal y canto por decisión de las autoridades sanitarias y todos sus huéspedes y empleados quedan aislados para evitar expandir el virus. Hay muchas reglas: lavarse las manos, llevar mascarilla y guantes... pero, sobre todo y la más importante: EVITAR EL CONTACTO HUMANO.

En un intento de amenizar estos días que pasaremos en casa, he decidido recoger las ideas que tenía flotando por ahí y hacer algo con ellas. Puede que, en algún momento, desarrolle alguna de ellas, pero por ahora no son más que drabbles para sacármelos del sistema y compartir lo que se me pasa por la cabeza con vosotrxs. Espero que os guste <333

Me llamo Agoney y tengo tres normas: - Nadie puede descubrir mi secreto. - Solo podemos hacer el amor dentro de la habitación roja. - Y la más importante, no voy a enamorarme de él. *Esto es una adaptación del libro "Los cuerpos de la habitación roja"*

Agoney Hernández tiene todo lo que un chico de su edad desearía: buenas notas, buen físico, popularidad... Raoul Vázquez es todo lo contrario: un chico con pocos amigos, despreocupado por sus resultados académicos, solitario... todo un friki según el grupito de Agoney. ¿Qué pueden tener estos dos chicos en común? Una camiseta, una historia de instagram, una propuesta indecente y un poco de curiosidad son los ingredientes del comienzo de una gran amistad... bueno y lo que surja...

En pleno 2019, Raoul es uno de los pocos jóvenes enamorados de la idea de las almas gemelas que quedan, ¿qué pasará cuando encuentre la suya dónde menos espera?

La tripulación de Cafetería Salva tiene un claro objetivo: hacerse con el tesoro que el Cabo Mayor, Manolo, escondió hace diez años. Por supuesto, da igual cuantos planes hagan, las amigas no son capaces de conseguir hacer las cosas bien a la primera y mucho menos cuando se han de hacer cargo de Alfred y de su cabra Ambrossi. ¿Conseguirán estos piratas su objetivo? ¿Acabará Mireya con la existencia de tacones? ¿Podrá Miriam dormir una noche del tirón sin que nadie la moleste? ¿Se llevarán bien Bambi y Raoul algún día? ¿Conseguirán quitarse de encima al almirante Cepeda? ¿Seré capaz de meter a todos los concursantes de OT en esta historia? Solo podéis leer para averiguarlo.