El chico que no podía aguantar la respiración bajo el agua
Se separaron lentamente, Bruce observándolo bajo las pestañas y con las mejillas sonrojadas. Tony se relamió y fue a iniciar el contacto nuevamente cuando las luces del segundo piso, las de la habitación que daban al patio -y, por ende, a la alberca- se encendieron. Giraron sus rostros y se miraron una última vez ante...