La vida tiende a tratarte mal, pero el ser humano y todas esas malditas novelas optimistas te quieren convencer de que las cosas malas son para enseñarte algo: ser una persona feliz. Pero ¿qué cosa buena puedes sacar de una muerte? Nada más que desamparo. Es por eso que el pesimismo latente de Felix Frederick lo ha llevado a soltar más de alguna verdad en el grupo de apoyo que asistía. Ahora, por haber perturbado el orden en el sótano de la iglesia y frente a un respetado cura, tendrá que hacer servicio comunitario obligatorio durante 90 días. Para cualquier individuo el castigo dado por el juez es una suerte; para Felix es todo lo contrario. ¿Empatía? ¿Ayudar al prójimo? ¿Ocuparse del bien común? Esas son cosas que su amigo haría, no él. La última vez que decidió ayudar a una persona terminó perdiéndola, y todo lo que ella le enseñó está guardado en un cofre que no quiere abrir. Por otro lado, nada podría limpiar la mala reputación que los medios de comunicación le han dado con sus exageradas noticias. Todo mal... Sin embargo, no le queda de otra que aceptar esta penitencia, la cual sea, tal vez, lo que necesita para volver a abrir el cofre. Y si no puede hacerlo por sí solo, siempre estarán las estrafalarias aventuras en el servicio para ayudarlo.

¿Qué pasa cuando te enteras que tu madre padece de cáncer? ¿Qué pasa cuando tu familia no tiene los recursos necesarios para sustentarse? ¿Qué pasa cuando te mudas a un nuevo país? Y por sobre todo... ¿Qué pasa cuando no tienes nada pero a la vez todo o cuando lo tienes todo pero a la vez nada?. Valeria es una joven de 17 años, junto a su madre Alicia y a su hermano Alejandro, deciden mudarse al país de Dinamarca con el propósito de mejorar la calidad de sus vidas y así poder costear el tratamiento de su madre. Nicolás es un adolescente de 19 años, no es un chico común y corriente, puesto que forma parte de la familia real danesa. Lleva la vida que todos anhelan, tiene millones de privilegios y puede conseguir lo que desea sin realizar tanto esfuerzo, prácticamente, tiene el mundo a sus pies. Pero él ya está cansado de eso, cansado de ser un principe mimado, cansado de no poder llevar la vida de un adolescente normal, cansado de su familia y de los secretos que esta guarda. En el momento menos esperado los caminos de ambos se cruzan, el de la dulce Valeria que sólo quiere lo mejor para su familia y el de Nicolás que quiere disfrutar de su adolescencia como cualquier chico de su edad, dejando de lado su jerarquía de príncipe. A pesar de todo eso, ¿podrán enamorarse? ¿podrá el amor sobrepasar la clase social?¿podrán tener un "felices para siempre"? [Fanfic del Príncipe Nikolai de Dinamarca]