Cuando Raoul comienza a pillarse de un chico, pide consejo a sus amigos para ligar, y alguna ayudita más. Raoul y Agoney son amigos, muy buenos amigos, y los buenos amigos se ayudan en todo, sean cuales sean las condiciones y consecuencias.

Durante el siglo de oro español, un humilde pintor sevillano conquistará los corazones de la corte con su talento, llegando a deslumbrar al propio rey. Historia marcada por las luces y las sombras de una época donde las bajas pasiones y los intereses personales serán el motor. Amor, envidia, sexo y traición serán los protagonistas de esta aventura donde nadie está libre de pecado.

Tras una encarnizada lucha contra Tinieblas y la destrucción de Salem, Raoul y Agoney lograron frenar el Apocalipsis a contrarreloj. Sin embargo, la paz que quedó tras la guerra se verá en peligro con una nueva amenaza: Lucifer está libre y en paradero desconocido. ¿Podrán Raoul y Agoney encontrar al arcángel caído antes de que lleve a cabo el plan con el que él y Átropos sueñan desde hace milenios o será este el fin del reinado del ángel de la Muerte?

- Me olvidaré de ti, no pasaré ni un puto segundo de mi vida pensando en ti. - Fallarás en el intento, y ambos lo sabemos - susurra sobre sus labios - Vayas donde vayas, estés en donde estés, siempre estaré contigo, siempre estaré detrás de ti. Raoul está dispuesto a dejar atrás cada día, cada minuto y cada segundo que vivió dentro de prisión, porque esos ojos oscuros y esas manos firmes que tantas veces le sujetaron, fueron su mayor error. Pero, ¿Es posible disfrutar de la libertad cuando te sientes aferrado a alguien? ¿Es posible necesitar algo que odias? El infierno que creyó vivir por meses no se compara con el calvario que le espera fuera gracias al recuerdo de Agoney.

Es San Valentín y Raoul lo tiene todo pensado. Pero el destino, caprichoso como él solo, parece tener otros planes para él. Ahora nos faltará saber si todo da un giro satisfactorio o su noche se habrá arruinado por completo. >> Esto es ficción, sólo ficción y nada más que ficción. << ¡Ojo! Contenido adulto. Si no te sientes a gusto con ello no sigas leyendo. [SanValentínOS]

Sólo era un juego. Un juego de seducción en el que los dos ganaban. Aunque, cuando quisieron darse cuenta, ambos estaban perdidos. Puto Alfred de los cojones.

El cielo y el infierno siempre tuvieron diferencias, aún así, la creación de unas normas lograron mantener durante siglos la paz entre ambos reinos. Sin embargo, si una antigua profecía se cumple, las consecuencias sobre la tierra serán catastróficas. Por encima del diluvio bíblico o de las plagas del antiguo Egipto, no habrá ser, humano o sobrenatural, que la salve.

Era diciembre de 1975 cuando Raoul se dio cuenta de que nada había cambiado. Seguía haciendo frío en Barcelona y la humedad le calaba hasta los huesos. España seguía siendo gris, un sinsentido de calles que no iban a ninguna parte. Quizás el aire fuese más denso o puede que escuchase más murmullos en la calle, como si el mundo, expectante, aún quisiese callar. Y entonces llegó la música y el chico que cantaba sin miedo y hablaba lleno de esas eses retorcidas que le calaban hasta los huesos. Y Raoul se enamoró, aunque no podía, aunque no debía, aunque no quería. Se enamoró de todo aquello que quería conocer, de todo lo que aún estaba por llegar. Se enamoró de él sin remedio, sin medias tintas. Y se sintió libre por primera vez, aunque el mundo aún se empeñase en enjaularles.

Raoul es policía y tiene un bonito uniforme. Agoney es un delincuente juvenil y tiene poca vergüenza.

"friends should sleep in other beds and friends shouldn't kiss me like you do and I know that there's a limit to everything but my friends won't love me like you"