Del odio al amor, siempre hay un solo paso.

"i have stopped fearing the breaking of hearts of homes of dreams for when they're broken something utterly, completely, hauntingly beautiful can be built from their pieces" -noor unnahar

Los polos opuestos se atraen. O eso dicen.

Agoney regresa de su tercera sesión del curso de shibari. Raoul aguarda en casa, preparado para lo que está por llegar. O eso quiere creer.

Au de Pray. Drabble sobre una escena que podría haber pasado en en capítulo 1:15 de Pray pero que en su universo nunca llegó a suceder.

Raoul ha tenido pocas opciones en la vida, así que acata las normas de unos padres ausentes, de un colegio ultra católico y de un Dios en el que le han impuesto creer. Y ninguno de los tres aprobaría las cosas que piensa hacerle a Agoney entre sábanas, poesía y nuevas formas de ver la vida que él mismo le enseña.

Raoul llega a casa después del rodaje de "Miénteme". Agoney le está esperando, pero lo que no sabe es qué es lo que ha estado haciendo su novio todo el día.

Cada rincón, cada monumento, le traía recuerdos de la última vez que visitó aquella ciudad, le hacía añorar a las personas con las que descubrió sus secretos. Pero al mismo tiempo, no podía dejar de pensar en todos aquellos lugares que quedaban por visitar, todos los recuerdos que quedaban por construir y la persona con la que quería compartirlos. Él.

Cuando hay hechos, sobran las palabras... [Sobre una mañana de febrero en el Hard Rock Hotel] [+18; contiene sexo explícito] // [La totalidad de esta historia es ficción y no tiene por qué tener nada que ver con la realidad. Si una de las partes involucradas en ella se diese por aludida y le pareciese una falta de respeto o de mal gusto lo escrito aquí, el texto sería borrado directa y permanentemente.] // [La portada es de diseño propio, queda prohibido su uso personal sin permiso previo de la autora.]

Había sido un iluso al pensar que Raoul se fijaría alguna vez en él. Debía dejar de intentar llamar su atención, dejar de hacer el ridículo por un chico que siempre estuvo fuera de su alcance. Pero sabía que olvidarle no iba a ser tarea sencilla, pues solo podría superarlo si antes saciaba su hambre de él. Tan solo después le sería posible llevar a cabo su plan y simplemente... Escapar.