Una chica separada de su familia, la cual crece entre las calles hasta que llega el momento de pagar todas las deudas tiene que acercarse a Christian, un multimillonario famoso pero lo que no sabía que todo le sale mal terminando enamorándose y encontrándose en el camino sorpresas, engaños y sobre todo romance.

Antes de que llegará la tecnología, las cartas eran el medio de comunicación en todo el mundo, tanto para los negocios como para los enamorados. Kate es hija de una familia adinerada, a la cual la están obligando a mandarle cartas a un hombre del cual solo conoce su nombre para poder consolidar su compromiso, su familia ve ese matrimonio como lo mejor que puede pasarles, pues ese hombre es de los más ricos de la ciudad y por supuesto su nombre es famoso entre todos en la sociedad. Kate se niega a casarse sin amor pero no puede decirle que no a sus padres, así que les sigue el juego diciéndoles que le escribirá a ese hombre, en desesperación le pide a su amiga Anastasia que le ayude a escribir las cartas, ya que su amiga es fanática de la literatura romántica y podré escribirles las palabras más lindas que pueda existir para mantenerlo interesado, Ana acepta sin saber que poco a poco se está enamorando de las palabras de ese hombre misterioso. ¿Que pasará cuando llegue la hora de conocerlo? ¿Permitirá que su amiga se case con el que podría ser el amor de su vida?

Anastasia Steele ya había soñado con aquellos ojos grises durante toda su vida. Pero lo que jamas pensó era que lo que fuera un sueño adolescente se convertiría en su cuento de princesas hecho realidad. Christian Grey sabía que tenía su destino escrito desde que nació. Cuando llegara el día tendría que asumir el trono y por lo tanto tenía que prepararse para ello. Durante mucho tiempo había renunciado a lo que era la vida normal de un chico de su edad. Pero ahora iba a ser rey, y o bien lo era bajo sus normas, o no lo sería. Por fin podría buscar lo que tanto había querido tener durante mucho tiempo. Aquellos ojos azules lo perseguían adónde fuera y jamas había dejado de pensar en ella ni un solo momento. En esta historia los pajarillos no hablan pero sí son molestos, la princesa no es la que limpia la casa, pero sí está llena de hollín, el zapato no es de cristal, pero sí una botas bien calentitas y cómodas. Y aún así tenemos la historia de amor más bonita y romántica que podáis encontrar. Espero que os guste.