"Tan sólo mis explicaciones de porqué no puedo continuar escribiendo más, junto con un resumen acerca de cómo pensaba concluir mis historias de haber podido hacerlo". Publicado día d elos inocentes 28 de diciembre del 2018. No se crean nada. :,D
En un mundo corrupto y lleno de pecadores en el que se vive sólo para sufrir, un indigente a encontrado la manera de preservar por siempre la inocencia y candidez de su pequeña hija.
Una madrugada tras salir de una fiesta, me encontré en una solitaria calle sin más compañía que la de una anciana que a lejos vendía cerillos. Así es como la pesadilla comenzó.
La cocinera fue agredida al salir del restaurante por un vagabundo. Su comportamiento ha cambiado. Sus síntomas son extraños, pero todo sólo debe de ser una enfermedad.
Buscaba "divertirse" embotado por las fuertes emociones de sus malsanas diversiones y vicios, cuando la encontró y cometió el error de seguir a su pequeña presa hacia aquél viejo teatro.
La primera representará tan sólo una pasajera comodidad, la segunda una suerte duradera, pero la tercera guiará a aquello que tanto necesita el portador en su vida, algo que conservará eternamente aun cuando la rosa muera.
Esa noche cuando tras cerrar la iglesia, nunca esperé de camino a mi casa encontrarme con semejante penitente pidiéndome que le confesara tal y como mi fe lo concede.
La joven indigente viciosa sabía que no lo merecía. Tan apuesto, tan inteligente, tan caritativo, tan comprensivo, tan paciente, tan perfecto que resultaba aterrador.
Caminando por el último camino tras pasar a mejor vida, encontré mientras repasaba mis faltas graves antes de mi gran juicio, a una pequeña niña perdida ignorante de su situación.