𝗠𝗜𝗦𝗦 𝗧𝗛𝗔𝗧 𝗥𝗢𝗦𝗘
La primera vez que entre a esa floristeria y lo vi, sentí que mi mundo iba a cambiar. Empece a ir todos los viernes allí, solo por mera curiosidad y ganas de conocerlo. Solo para ver a ese florista pelinegro con esos ojos que me hipnotizan tanto y me hacían perderse en ellos, solo para verlo a él, y recibir una flor...