Los seres humanos tenían diferentes ideas sobre el motivo por el cual el mundo llegaría a su fin. Muchos dicen que el cambio climático finalmente terminará erradicando la vida en la tierra, otros dicen que los suelos se abrirán y un Dios vengador habrá de venir a juzgar a la humanidad, algunos pocos piensan que la vida en la tierra terminará con el brote de algún virus zombie, otra pequeña minoría cree que el mundo se acabara cuando los extraterrestres vengan a conquistarnos. Todos estaban equivocados. El fin del mundo, en realidad, no era más que una excusa para que Lucifer, arcángel caído, pudiera probar que su equipo era mucho mejor que el de Dios. El fin del mundo, era un partido de fútbol entre dos equipos extremadamente competitivos y la tierra simplemente era el campo de juego. Con todo eso, sería una verdadera lástima que a algunas personas no les gustara el fútbol. (Basado en el libro "Buenos Presagios. Las buenas y ajustadas profecías de Agnes la Chalada, bruja")

Matt era el demonio más feliz de todo el cielo, la tierra y el infierno. Estaba en una maravillosa relación con la que estaba seguro era el amor de su vida, el infierno prácticamente le había dado vía libre para que hiciera lo que quisiera siempre y cuando cometiera alguna acción maligna de vez en cuando, y el cielo parecía haber aprendido la lección después de la última vez que intentaron asesinarlo y no habían vuelto a intentarlo. Todo era perfecto. Hasta que eso apareció. (Secuela de Satan is my best friend y My dearest human disaster, o algo así)

Eliot no había planeado convertirse en una celebridad de internet. Eliot definitivamente no había planeado abrir un canal de YouTube sobre investigaciones paranormales. Eliot mucho menos había planeado hacerlo en compañía del idiota escéptico más grande de todo el universo. Pero Eliot sí sabía que algo así solo podía terminar en desastre. (Inspirado por Buzzfeed Unsolved)

La vida de Emily era un verdadero desastre. Y las cosas solo empeoraron cuando se mudó a un destartalado apartamento en una parte olvidada de la ciudad de Seattle. Pues ahora, además de sus problemas emocionales, también tenía que lidiar con una aparente presencia sobrenatural. Sin embargo, la historia, no tuvo el desenlace que Emily hubiera esperado.

Emily era un desastre y Matt lo sabía. No podía cuidarse de sí misma, tenía unos hábitos alimenticios terribles y no dormía las horas que debería dormir. Además, Emily solía culparse por cosas por las que no debería y tendía a intentar cargar todo el peso del mundo sobre sus hombros. Emily era una persona que, constante e inconscientemente, se lastimaba a sí misma. Aun así, de alguna manera, Matt había terminado enamorándose de ella. Secuela de "Satan is my best friend".

Michael y Emily eran amigos de la infancia. Se conocían desde siempre y eran prácticamente almas gemelas. Todos los que los veían juntos, sabían que ambos estaban destinados a estar juntos para siempre. Era simplemente lógico que ambos se amaran. ¿Verdad?

Emily era una bruja. No tenía un sombrero puntiagudo, no volaba en una escoba ni usaba una varita mágica. No tenía verrugas, así como tampoco maldecía a las personas por diversión. No obstante, la magia, los encantamientos y las pociones eran una parte importante de su vida diaria. Y, puede que no tuviera como compañero a un gato negro, pero sí tenía un familiar que se encargaba de que no muriera por alguna de sus imprudencias. Las brujas, así como las demás criaturas de la noche, tenían una serie de reglas que todos debían cumplir. Aunque, la mayoría de esas reglas podían ser rotas si se tenía una buena justificación. No obstante, había una regla que era la única que todos tenían miedo de romper, el único mandato que todos los seres del camino de la oscuridad aceptaban y obedecían: "Nunca te enamores de un ser humano". Era bueno que Emily nunca hubiera sido una fan de seguir las reglas.

Emily sabía que ella no era una buena persona. Lo supo desde el momento en el que cortó la garganta de su padre sin sentir nada más que felicidad y euforia. Y su creencia solo se reafirmó con cada gota de sangre que continuamente manchaba sus manos y con todos los gritos de piedad y misericordia que escuchaba casi diariamente. Emily no era una buena persona y, sin embargo, tenía la capacidad de amar con la misma fiereza e intensidad de la persona más pura y dulce del mundo. No obstante, el amor que Emily constantemente profesaba era un tierno y casi delicado amor filial por su única familia y por las pocas personas a las que se atrevía a llamar amigos. Sin importar cuanto lo intentó, Emily nunca consiguió enamorarse de alguien, todos los sentimientos amorosos que alberga siempre eran meramente platónicos. Con el paso de los años, Emily inclusive dejó de creer que ella fuera capaz de sentir amor romántico. Entonces conoció a Sara. (Créanlo o no, esto es una historia de amor)

Una carta es un medio para transmitir noticias, es una manera de platicar anécdotas y conectarte emocionalmente con personas a las que no puedas ver frente a frente. Emily era consciente de que un correo electrónico no era exactamente lo mismo que una carta, pero el significado era lo que verdaderamente contaba. (Secuela de The horror of our love, o algo así)

"Ni siquiera los dioses pueden ser salvados de las garras del amor" Una versión de los mitos griegos al estilo Disney pero significativamente más gay.