Quédate conmigo una vez más
Caminaba a lo largo de la calle Maine, llevaba mucha prisa ya había anochecido y tenía que llegar cuanto antes a casa, porque pronto alguien se daría cuenta de que había salido sin permiso y de repente choque con alguien. ¡UN CHICO! Aquel chico vestía de negro de cabeza hasta los pies, era misterioso e irradiaba un a...