Una historia de amor no siempre tiene finales felices.
O algunas ni siquiera son reales.
Pero esta sí que lo es, lo podría jurar.
Amo a la chica a la que van dedicadas estas cartas.
La amo que hasta moriría por ella.
Los secretos pesan más de lo que uno se lo puede imaginar, pesan y son una carga grande para estas mujeres que aun no lo saben pero comparten algo en común, comparten su pasado, sus relatos perdidos