Saanaael
Santiago nunca imaginó que en décimo grado encontraría a alguien que cambiara su forma de ver el mundo. Tina, una chica un año menor, apareció con una sonrisa que parecía canción y con la facilidad de convertir lo cotidiano en algo especial.
Entre recreos, conversaciones y secretos compartidos, lo que empezó como una amistad se transformó en un vínculo difícil de definir: ni novios, ni simples amigos. Un casi algo.
Pero justo cuando más la necesitaba, Tina se alejó. Sin explicaciones. Sin despedidas. Solo silencio.
Meses después, ya en once y a punto de graduarse, Santiago carga con las preguntas que ella dejó atrás. Para no hundirse en la nostalgia, decide escribir música. Lo que empezó como un desahogo se convierte en un sueño inesperado: lanzarse como solista antes de que termine el año.
Este es un libro sobre lo que queda cuando alguien se va sin decir nada.
Sobre las palabras que nunca dijimos... y las canciones que nacen de ellas.