Fraternidad mixta...¡UNA MIERDA!
Tras descubrir la infidelidad de mi padre y la indiferencia de mi madre, decido dejar atrás el caos familiar y cumplir mi sueño: cambiar de universidad y empezar de cero. Al inscribirme en una fraternidad, esperaba finalmente encontrar paz y tranquilidad, viviendo con un grupo de compañeras. Pero la realidad me golpea...
Concluídas