Infieles
Uno no dijo nada y el otro entendió su silencio. Había llegado el momento de aceptar sus verdaderos sentimientos. Ardieron en el fuego con el cual jugaron. No existía un disfraz capaz de ocultar por largo tiempo cuando dos personas se amaban, donde el el amor tocaba la puerta y entraba pero, tampoco se podía fingir do...