Cuenta la leyenda... Un socorrista. Un chico sin recuerdos. Un leyenda que contará su historia.

Hace cinco años que separaron sus vidas. Una discusión, promesas incumplidas, dos ciudades diferentes, dos caminos distintos. Hace cinco años que separaron sus vidas y ni siquiera se despidieron antes de cerrar la puerta. Hace cinco años que separaron sus vidas y esta vez, por casualidad, por capricho del destino o por fuerza cósmica, volverán a encontrarse donde todo acabó. Toda historia merece una segunda parte.

Ser modelo había sido tarea fácil para Raoul gracias a su físico y su elocuencia. Pero, cuando por culpa de las redes sociales el mercado de la imagen se saturó, las cosas se pusieron un tanto complicadas. Una invitación doble a un importante evento será su oportunidad para volver a ocupar portadas.

Raoul odia viajar, pero hace un esfuerzo para poder ir a visitar a sus amigos de toda la vida por cinco días. Y, no lo dirá en alto, pero si está nervioso (aunque sea un poco) solo es porque hay un apartamento esperando por él con Agoney como única compañía.

Advertencia: sexo explícito.

A veces solo hay una razón por la que los dos profesores de latín y biología se lleven tan mal.

Hay placeres a los que es imposible resistirse.

Raoul está preocupado por su presente más inmediato. Acaba de regresar después de seis meses de Erasmus en Suecia con las ideas más revueltas que nunca. Agoney duerme en la habitación de al lado, sin sospechar que el otro está siendo consciente de algo que cambiará la vida de ambos tanto o más de lo que lo ha hecho Estocolmo.

Los polos opuestos se atraen. O eso dicen.

Entre la luz, el fuego, bollos de crema, banderas de colores y una perrita con la pata herida, Agoney conoce a Raoul.