Cuando Raoul comienza a pillarse de un chico, pide consejo a sus amigos para ligar, y alguna ayudita más. Raoul y Agoney son amigos, muy buenos amigos, y los buenos amigos se ayudan en todo, sean cuales sean las condiciones y consecuencias.

Le dijeron que lo mejor era dejarle, que todo sería mejor sin él, que no le tomarían en serio a su lado... y se lo creyó, Agoney se creyó toda esa sarta de mentiras y por eso abandonó a Raoul en aquel aeropuerto años atrás cuando iban a empezar una vida juntos. Y voló solo. Viajó, vivió, folló hizo todo lo que se puede hacer en esta vida. Y lo hizo sólo, porque así es como tenía que hacerlo. Sin embargo a Agoney siempre le faltó algo, un hueco en el que nadie parecía encajar. Hasta ese día, en el mismo aeropuerto, a la misma hora y en años diferente, cuando la pieza que completaba su puzzle apareció de nuevo. Cinco años después esa pieza que creía pérdida vuelve. Y Agoney nunca había deseado tanto que pudiese encajar de nuevo.

Tras 5 años, los concursantes de OT se vuelven a encontrar. Una fiesta planeada pero todo lo que acabo surgiendo fue fuera de planes, y todo por un juego, a partir de ese momento llego el cambio de sus vidas.

El instituto de los triunfitos organiza una versión de High School Musical. La dirección quiere que Alfred y Amaia sean Troy y Gabriella, pero los alumnos tienen otra opinión... Lástima que Raoul y Agoney se lleven tan mal. Taaaan mal. O eso quieren creer. WARNING: Shade a OT, las amigas en el foco y Miriam comiendo tigretones.

Raoul se encuentra en mitad de la crisis existencial que todo post-adolescente/pre-adulto sufre cuando el futuro depara infinitas posibilidades y ninguna se adapta a uno mismo. Todo este cacao mental acompañado de un enchochamiento militar no puede ser bueno, sobre todo si Álvaro está de por medio. AU en el que Raoul tiene muchas preguntas sin resolver y Agoney parece tener demasiadas respuestas.