Paris Donahoe es un príncipe encerrado en su propio castillo. Hijo de uno de los empresarios más influyentes de todo Sídney, y cansado de comportarse siempre como el chico perfecto, su único escape de la realidad es su amor por la música y el piano. Con la llegada de su decimoctavo cumpleaños, las vacaciones de verano y el viaje de sus padres al extranjero durante ellas, decide poner en marcha su plan para romper las cadenas que lo atan a ese mundo y conseguir así su ansiada libertad. Comenzando por seguir los pasos del chico al que considera su ídolo, Paris entablará amistad con personas que le ayudarán a escribir el entramado de su propia historia; aunque también descubrirá que los cuentos de hadas no siempre son tan felices como todos piensan. Pero esta no es solo su historia. Esta es la historia de un príncipe y su «princeso», de un caballero y un escudero que unieron sus fuerzas, y del mago que conquistó el corazón de un inalcanzable rey. Porque no en todos los cuentos es necesario que exista un príncipe y una princesa. *Publicada entre el 20/08/2014 - 14/04/2019. *Obra con contenido Lgbt+/BL/Gay/Homosexual. *Obra registrada en Safe Creative y bajo el Código de Propiedad Intelectual de mi país. No se permiten copias (totales o parciales, como podrían ser frases o diálogos) ni adaptaciones de ella. *Arte de la portada por [@/Ducky_YaYa].

¿Que si me gusta?... sí. Me gusta y mucho. El problema es cuando ese amor no es correcto, cuando debes mantenerlo en secreto. Puedes armar un verdadero palacio imaginario con la persona que amas, pero ¿De qué sirve cuando la sociedad o tu propia familia no se puede enterar? Ya que dos hombres no pueden estar juntos.

Entré al baño para arreglar un poco mi maquillaje. Unos pasos a lo lejos me hicieron voltear. Eran pesados y bruscos, estaba segura que eran de un chico ya que aquí la mayoría de las chicas usaban tacones y venían hablando a los gritos. -Si vienes a pedirme que te haga algo, estás perdiendo tu tiempo amigo -me encogí de hombros y me giré al espejo de nuevo. Limpié mis mejillas y me extrañó no escuchar respuesta de su parte. Hice una mueca restándole importancia y fijé mi vista en mí celular. Una respiración profunda pegó en mi cuello y antes de que pudiera voltearme, un paño blanco me pegó de lleno en la boca. -Shh -dijo en mi oído. Mi respiración comenzó a pesar y de a poco todo se fue volviendo oscuro. PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©