No se Vende
Solo lo salvó de caerse, vestido con un maldito traje a medida, cabello oliendo a sol y una pequeña cintura de avispa. Oh, la jodida cintura. Katou brilla, toda la noche fue una farola atrayendo a las moscas, miradas y miradas sobre si, toneladas de atención y Daisuke no se sentía la excepción.