Yo la quise bastante, como es natural que un hijo quiera a su madre, pero me arrepiento tanto de no habérselo dicho. ¿Usted recuerda su sonrisa? Yo si me acuerdo.

Gabriel despertó exhausto y excitado, tenía una fuerte erección, había vuelto a soñar con Alexis, una vez más la podía tener en sus brazos a punto de besarse y ella lo correspondía, era una locura, eso jamás sucedería; Gabo la deseaba de una manera lujuriosa y pasional, no solo en sueños, sino en su día a día.

Muchas veces pensamos que el hombre perfecto existe, y en realidad, EXISTE, simplemente que debemos buscarlo arduamente para no encontrarnos con la desilusión de un mal hombre, como lo fue Andrés Palacios, mi mayor tentación y a la misma vez, mi mayor perdición.

Un pequeño one shot que me vino a la mente, narrado por un chico, es corto. Pero te dejara una enseñanza, increíble... Eso supongo.