Némesis, o lo que sea.
Stan era solitario, pero social. Apático, pero agradable. Silencioso, pero conversador. Un mar de discordancias hecho persona, con un montón de defectos, desaciertos, y características dignas de alguien que, ciertamente, aún no se conocía a la perfección. Sin embargo, había una cosa que era clara, y ese era el cariño...