Meliflua | Albalia.
Tu voz era dulce, armoniosa; siempre me había aportado paz pero a su vez, nunca me llegué a dar cuenta. Estaba tan equivocada... busqué repetidas veces aquello que ya tenía delante y no quería ver; a ti. Cambiaste todo mi mundo y me negaba a aceptarlo. Ilusa fui. Maldito el día en el que te dejé marchar. Maldito el m...