"Te daré lo que quieras, solo salvala" la sombra sonrió, claro, ella no vió eso. Pero él estaba realmente satisfecho. "¿Estás segura?" preguntó, aún sabiendo la respuesta. La diversión en su voz ocultada por su falsa simpatía. "¡Hazlo por favor!" rogó. Una silenciosa risa se perdió con el sonido del viento chocando contra la ventana. Ella había caído. Había dado algo que jamás tendría de vuelta, algo que la condenaría eternamente. "¿Ya te diste cuenta, muñeca?" "Eres mía."

una niña llamada Carolina estaba tranquilamente cuando alguien desconocido le manda un mensaje

Compendio no secuencial de delirios diurnos. En esta antología es muy probable que usted no encuentre nada si lo busca son explicaciones, pues cada uno de sus 19 cuentos son tragedias y glorias individuales e independiente. Como en una misselania, donde encontramos juntos productos que tienen fines diferentes pero que luego nos confuenden o que su unión nos conviene. Tal es el caso por ejemplo del Gansito con Coca.

En un inicio no había nada. Después alguien dijo: "Camarón que se duerme se lo lleva la corriente", y entonces se creó un refrán. Luego se multiplicaron por miles: "Amar y querer no es igual", "Vine, vi, vencí", "Y sin embargo se mueve", "Perdónalos que no saben lo que hacen", etc. Este compilado de frases propias busca ser humillado frente a las citas que han servido de inspiración lo mismo en un día fatal que en los mejores momentos de la vida. Algunas de ellas son tan importantes que se convirtieron en "tatuajes de tus besos" que llevo en algún lugar de la mochila.