wisdomoksori
Felix, quién estaba destinado a grandes cosas, no quería ninguna de ellas. Ansiaba ver el mundo terrestre y poder caminar. Deseaba con todo su ser que su padre, el Rey del mar, pudiera entender. Pero sin importar que tan feo estuviera el día, él en su corazón siempre tendría esperanzas de un futuro fuera de éstas cadenas que lo ataban al trono.