Iluminaste mi vida como las estrellas en una noche despejada, cuando mire tus ojos por primera vez, caí rendido a tus pies, jurándome no dejarte caer y si lo hacías, yo te iba a levantar; aprendimos juntos, te vi crecer, te vi madurar y solo puedo agradecer al mundo por haberte traído, mi pequeña salvación, mi pequeña luz estelar.