Si alguien le hubiera advertido de las consecuencias, seguramente, Drake Holloway no habría vuelto a contactar con su hermana adoptiva. Mucho menos, se habría involucrado en la investigación de su desaparición o en el misterio en torno a Raven's Ridge. El precio de su obsesión fue demasiado alto y, cuando se dio cuenta, ya había perdido todo lo que amaba. Otra vez. Sin embargo, ni siquiera se le permite recoger los restos de su corazón roto. Aunque el caso se ha resuelto, aún quedan misterios por esclarecer. Demasiados cabos sueltos y un asesino en libertad que, aparentemente, no ha terminado su trabajo. Cuando Drake está al borde de la línea entre la cordura y la muerte, una desesperada súplica de ayuda aparece en su chat. Killian Graves -el problemático dueño del club nocturno con estética gótica del pueblo- está en prisión, acusado de ser el autor de todos estos aberrantes crímenes. Y él debe demostrar su inocencia. En ese momento, Drake se encuentra en una disyuntiva: seguir huyendo, incluso de sí mismo y de la vida que desprecia, u honrar la promesa no logró cumplir. Una maldición. Un culto. Un ente sobrenatural que juzga y sentencia tus pecados. Una víctima inocente. Personas desaparecidas. ¿Qué ocurre realmente en Raven's Ridge?