Natalia ha aprendido a vivir entre sombras, con un pasado que la forzó a construir muros invisibles alrededor de su corazón y el de su hija. Su vida es una rutina discreta en la cafetería, donde la seguridad es su única compañía. Pero la llegada de Alba, la vibrante profesora de infantil, trae consigo una luz inesperada. Con una dulzura contagiosa y una conexión instantánea, Alba comienza a desdibujar las fronteras que Natalia ha levantado. Lo que surge entre ellas es un amor que se atreve a soñar más allá del miedo. Sin embargo, cuando ecos de un pasado olvidado amenazan con resquebrajar esta nueva felicidad, Natalia deberá encontrar la fuerza para enfrentar lo que se creía superado. ¿Podrá el amor de Alba derribar esos muros para siempre y construir, junto a Olivia, el futuro sin miedo que Natalia siempre anheló? *** Un día estaba aburrida y quise volver a donde fui feliz.

alba reche y natalia lacunza son compañeras del colegio desde hace un año. nunca fueron amigas, y pocas veces se dirigieron la palabra pero una fiesta de último primer día de clases en plena cuarentena por el corona virus las unirá.

-Subete rubia. -Dijo extendiéndome su casco. -Te llevo. -Estas loca si piensas que voy a subirme ahí contigo. -Respondí señalando su moto. Dos mundos completamente distintos que se juntan en solo uno. Tal vez para huir de todo subidas en su moto.

El café de por la mañana me ayuda a seguir con mi vida de mierda. El hecho de que pase algo caliente por mi garganta me calma la pasividad que tengo y me abre los ojos. Y el cigarro que lo acompaña también. Que me queme los pulmones me ayuda a seguir viva. Por lo menos siento algo. Me salta una llamada. No me apetece cogerlo, pero miro la pantalla. Un número desconocido. Me lo pongo en la oreja nada más desbloquearla. -Natalia. Soy Alba. Alba Reche. Miki ha muerto. El entierro es mañana.