resacanacional
Cuando hablo de amor, no es extraño que constantemente recaiga en relacionarlo con un millón de ataduras. Amar, para mí siempre ha sido sinónimo de dependencia, abandonar la propia libertad y transformarla en nada menos que una condena. Una, que no posee fecha de caducidad.
Para mi suerte hasta cierto punto, fue haberme reservado muy bien en cuanto a relaciones se refiere, jamás me había enamorado, no sabía que era ni como se sentía; pero estaba totalmente segura de las consecuencias que esta era capaz de provocar. Toda la gente a mi alrededor parecía estar encantada con tal efecto, sucio artilugio. ¿Por qué para todos parece ser esto una necesidad? ¿Qué es lo que hace el amor?