Mi mala.
Si los ojos eran la ventana al alma, los de ella no estaban únicamente cerradas con tablones gruesos de madera, sino que tenía candados, cadenas y cualquier mecanismo de defensa allí. Pero, por alguna razón, necesitaba entrar de lleno por esa ventana y averiguar el por qué de tanta seguridad y miedo, a la vez. Prohibi...