Estamos tan acostumbrados a todo lo que es malo, que cuando sucede algo bueno dudamos si es real.

Eres el adiós que nunca sabré decir.

¿Les ha pasado que sufren tantas decepciones en el amor que pierden la fe de encontrar a esa persona que los quiera? Me pasó, al principio el sentimiento no es muy agradable debido a que te llenas de cuestionamientos sobre el por qué no funcionó, qué es lo que hiciste mal o qué fue lo que te faltó para que la otra persona decidiera irse. Pero conforme pasa el tiempo te das cuenta de que no siempre eres tú quien está mal o quien necesita ajustes para que la relación funcione y cuando entiendes la tan popular frase "no eres tú, soy yo", es en ese momento cuando de verdad disfrutas la vida y dejas de preocuparte por tener a alguien a tu lado porque encuentras el amor en todo lo que te rodea; tu familia, tu trabajo, tus amigos, tu mascota. Y entonces todo comienza a ir de maravilla y sin esperarlo, llega a ti la persona que tanto buscabas, aquella que te enseña a querer bien y bonito y te entrega el corazón sin medida. Esa persona que se convierte en tu complemento, la que llega a sumarle a tu vida y no a restarle, por quien darías todo con tal de hacerle feliz porque sabes que es algo mutuo y que de verdad vale la pena. Es así como te topas con el amor de tu vida y más que ser tu amor, se convierte en tu vida misma.