Doy un paseo solo en la noche ella me acoge con su perfecto silencio venga, saquemos fuera, vomitemos todo lo que se ha ido acumulando a lo largo del tiempo: palabras terribles y maravillosas, he de aprender a mezclarlas: amor, oro, luz, muerte, luna, ruiseñor y otras muchas Canto en esta noche de verano Canto mientras oigo a los adolescentes en sus motos que van en busca de sus chicas como cada fin de semana Cantaré viviendo cada día, con mi vida, que es inmensa Cantaré, espero cantar, hasta el día, lleno de blancura, en que yo muera Cantaré y así descargaré, mi corazón enfermo de amor.

Este libro está dedicado a la memoria de mi padre, Manuel y de mi madre Elisa

Las cosas que uno ve en un parque una mañana en un parque: un hombre perfectamente trajeado, diríase un padre de familia, lo cruza y se sienta cinco minutos en un banco mirando fijamente al suelo, luego reemprende su camino