Julia tiene una rutina: su latte, sus barritas de cereal y su lugar usual de almuerzo, la misma banca todos los dias. Lo que ella no tiene es... paciencia para las tonterias. Cuando misteriosamente su billetera desaparece, lo ultimo que espera encontrar es una nota de rescate. Aqui entran dos extraños en escena, luciendo como si hubieran salido de una rom-com (con tendencias malignas dependiendo el dia). Buenos mozos, sincronizados y sospechosamente persistentes. Al tiempo que Julia es atrapada en su extraño juego , comienza a darse cuenta que a veces el misterio verdadero no es aquello que perdimos... sino aquello que aparece en nuestras vidas sin advertencias. Barritas de cereal, identificaciones personales desaparecidas y la hora del almuerzo que está por cambiarlo todo...