En un futuro distópico en el que la sociedad de la ciudad de Rythm está dividida según el cociente intelectual de cada individuo, se premia lo corriente y se abandona a todo aquel al que a los doce años se le determina superdotado. Mientras que las personas con una inteligencia ordinaria viven en un mundo plausible donde los eventos transcurren sin percances y en perfecta armonía, los abandonados residen en la más clara miseria a las afueras de la ciudad, siendo privados de explotar sus capacidades y, algunos de ellos, obligados a trabajar para la Élite, un grupo poderoso que se encarga de gobernar la ciudad. Cuando Miel, la hija del gobernador, descubre que su test de inteligencia es el de otra persona, hará todo lo posible por dar con ella. La chica ve en el error pasado una oportunidad para descubrir cómo es la vida de los abandonados, más allá de lo que le cuenta su padre. A pesar de las dificultades a las que se tiene que enfrentar para poder entrar en la periferia, lo consigue. Allí conoce a personas que le cambiarán su visión del mundo y le harán plantearse muchas cosas, entre ellas, el sistema injusto por el que se rigen las normas. ¿Se enfrentará Miel al Gobierno o decidirá seguir viviendo bajo sus despóticas leyes?

La princesa Lia había asumido que su vida siempre iba a ser igual. Debía aceptar su cargo, a sus padres, capaces de todo por mantener las apariencias, seguir sus órdenes, tan alejadas de sus principios y, sobre todo, empezar a asimilar que nunca conocería a su hermana. Sin embargo, tras descubrir que los reyes mantienen muchos más secretos de lo que creía, decide que es momento de actuar. Sin un solo lugar al que ir, Lia descubrirá que no todo está escrito, y que lo que cree conocer sobre su mundo podría ser falso. Familias divididas y amores prohibidos. Secretos, mentiras y amenazas. Una sociedad centrada en la búsqueda del poder, y un mundo en el que nada es lo que parece.