Mi nombre es Alessandro Hawthorne. Soy un vampiro. Y soy un fugitivo. Si me atrapan, me matarán. Primera parte de la bilogía "El último Hawthorne" Finalista en los Wattys 2017 Ganadora en la categoría de "Mejor Historia" en los Prime Awards 2017 Tercer lugar en la categoría de "Vampiros" en los Prime Awards 2017 Tercer lugar en la categoría de "Hombres lobo/Vampiros" en el concurso Writers up Tercer lugar en los "Mechanical Angel Awards 2017" en la categoría de Vampiros/Hombres lobo Obra registrada en Safe Creative con el código: 1603256*****1 Todos los derechos reservados.

Poesía de un alma melancólica y rota 🥀

"Querida acosada: ¿Te he dicho que te ves malditamente bien con esa ropa ajustada? Probablemente no. Prepárate para leerme más seguido. Tu acosador"

"-¿Qué tú hiciste qué?- grito.-Estas demente, hombre." Hannah Crowell tenía la vida perfecta. Todo lo que pudieran imaginarse: Autos, motos, la mejor ropa, los mejores zapatos, un cabello esplendido y uñas largas y bien pintadas. Claro que no se podía esperar menos en la vida de una hija única de padres divorciados en la ciudad de Las Vegas, Nevada. Su padre, dueño del casino más concurrido de Las Vegas, consintió a su única hija después de su divorcio con todo lo que pasó por la cabeza de la pequeña. Hannah Crowell era la más detestada, malcriada, caprichosa y glamourosa chica que pudieran conocer. Ha recorrido los mil y un internados por todo el mundo y fue expulsada de todos, hasta de los más estrictos. Regla número uno: No recibe ordenes de nadie. Lo que nunca esperó fue que su padre la mandara a un campamento militar justamente en la noche de su cumpleaños número 19. Su regla número uno se romperá cuando conozca al Sargento Nathan Miller.

Un intruso llegó a mi vida causando problemas y despertando emociones. Por un momento pensé que tener a un chico sexy en casa sería una buena historia para contar, pero eso fue antes de que me diera cuenta de su actitud arrogante. Su prepotencia se notó desde que llegó, y sabía que no estaba de acuerdo de quedarse en éste lugar. La misma noche en que llegaron, le dije a mamá que me incomodaba su presencia. Me inspiraba desconfianza. Ella claramente ignoró mis quejas, mi padre también fue indiferente con mis comentarios.